En su viento respira
un perfume de azahar
y esa fuente cristalina
que la luna ilumina
y hace el corazón vibrar.
Tiene escudo de marqués
a su fachada adosado
tiene gracia, tiene luz
tiene embrujo andaluz
porque el Señor se lo ha dado.
Frescas noches de verano
un hombre pasea tu calle
un niño llora en su cuna
y una mujer va cantando
bajo la luz de la luna.
Quiero a mi pueblo cantar
y con dulce voz gritando
pasar la noche bailando
y el mundo entero sabrá
lo bien que lo estoy pasando.
Almanzora tierra mía
cuando debiste llorar
cuando el tren te lo quitaron
y qué sola te dejaron
nunca lo vas a olvidar.
Emigrantes de Almanzora
que se tuvieron que ir,
pero nunca te olvidaron
y cuantas noches lloraron
acordándose de tí.
Al llegar el mes de agosto
hace a muchos regresar
de aquellos que se marcharon
de tu fiesta se acordaron
y ahora vienen a bailar.
La música mañanera
es el paso de un tractor
que con cara sonriente
y mirada complaciente
lo conduce un labrador.
ANTONIO BERBEL.
Almanzora 2003.
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